Eu, no sé qué más hacer. Te llamo para ver cómo estás, te escucho cuando me hablás (y no sólo te escucho, te presto atención que es fundamental). Te digo lo lindo que estás, te doy besos en el semáforo. Te acaricio la cara y te miro embobada. ¿Acaso no tenés sentimientos, vos? Loco, esto es más difícil que negarte a un cuarto de libra con queso (grill).

no te habrás agarrado... ¿¡un vegetariano!? dios nos libre.
ResponderEliminarPara mi que no sólo es vegetariano, si no que también yo debo ser tan fea a su paladar como ensalada de choclo y huevo duro. En fin, es lo que hay.
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