Odio los "malos presentimientos", porque en el fondo tengo la certeza de que no son sólo presentimientos, si no verdades.
Detesto imaginarme muchas cosas. Armar historias que capaz no existen, pero creerme que tengo la posta siempre.
Cuando uno es cambiante, siente ganas de vomitar cuando quiere expresar sus sentimientos. Pero a su vez, una yo que no es yo se tatuaría en la frente "estoy pelotuda".
Yo te aclaro, te remarco con verde flúor y te lo tallo en el brazo, cosa de que lo veas todo el tiempo: Vos me hacés remover mis lagrimales secos, me desdibujás esta sonrisa de primavera anticipada o me retorcés el órgano que late.. y te juro, te re contra juro (haciendo cruz con mis dedos, como cuando era chiquita) que te mando a matar. Y no es joda. Todavía estás a tiempo de desaparecer.
Igual, te quiero. Posta que sí. ¿Hasta dónde? hasta "pff, re lejos".

hasta la luna, ida y vuelta... idiota.
ResponderEliminarjajajajajaj ese organo que late! que bueno!
ResponderEliminarjajajaj y me contratás a mí para la tarea ;)
ResponderEliminarjaja te amou