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Hace un par de horas entendí que no todo se basa en la atracción sexual. Que se puede hablar sentada en la cama, desnuda, y sin tener que entregar tu cuerpo. Comprendí que expresar mis sentimientos en vivo (como un recital, sí), no es tan malo. Se me grabó en la cabeza que decir "te quiero" no es tan difícil. Aprendí que despertar y ver a esa persona al lado tuyo te hace un poquito feliz. Pero sobre todas las cosas, me di cuenta que verlo escribir "Vivirlo con vos para mi es la gloria" en mi pizarra, me dan ganas de volar. Y de llevarlo conmigo, siempre.