¿Qué digo?

No sé si escribir algo lindo o algo feo. Algo feliz o algo triste. Mi problema está en los extremos. Soy drástica, dramática y exagerada. Me gusta agrandar los problemas o crearlos si no existen. A veces pienso que me copa esto del sufrimiento y los planteos pelotudos; que me encanta crear historias de película en mi cabeza y tener soluciones cual hada madrina. 
Pero cuando caigo en esta realidad tan ¿mentirosa? me doy cuenta que tengo que dejar de tomar té de tilo y pensar en las cosas verdaderas.
A ver si dejo de escribir lo que pienso y lo digo.. sería bastante copado poder expresarme sin cagar todo. Pero es otro detalle mío. No puedo NO complicar las cosas. Siempre tengo que agregarle drama, llanto y si es posible dolor y sufrimiento.
Lo peor de todo esto, es que en mi rollo de pendeja pseudo-masoquista meto a todo el mundo (definición de todo el mundo: él). Y nadie tiene la culpa de cruzarse con semejante espécimen, o sea, yo.
¡Qué mina, loco!