Te invito a tomar el té a mi vida. Si te morís envenenado o por causas similares... juro que es pura casualidad.

miércoles, 30 de junio de 2010

Lie

A veces tengo el coraje de pensar que te olvidé, que no sos parte de mí... y, por sobre todas las cosas que cuando me hablás, no se me mueve un pelo. JA, qué mentirosa que soy.

martes, 29 de junio de 2010

Mantenida


"No existen fenómenos morales, son una interpretación moral de los fenómenos".

¿Qué me pasa? ¿Qué me está pasando? Aunque me sobren motivos no me estoy quejando.

Volvés?


Me puse a pensar en la cantidad de besos que perdí, en todos los abrazos que se me volaron con el viento, sólo por hacerme la enojada un ratito... Ay, si hubiera sabido que no te iba a tener más...

lunes, 28 de junio de 2010

domingo, 27 de junio de 2010

Ahí estás


Comenzar con una palabra sería muy típico de mí. Ni hablar si empiezo diciendo como me siento o las pocas ganas que tengo de levantarme todos los días.

No hace falta tampoco que siga expresando sentimientos que muchas personas conocen o diciendo lo vacía que tengo la mente. Supongo que con una sola pregunta basta para expresar todo en un cuarto de renglón: ¿Otra vez?

¿Otra vez? Otra vez el calvario eterno de sentirme destruida y casi sin ganas de seguir adelante. Otra vez es esa impresión de estar ultrajada. De sentir que en la vida no puede estar pasando todo esto. Porque, obviamente, las personas creemos que somos el centro del mundo. Creemos egoístamente que nuestra vida es lo más importante y ni hablar que nuestro llanto es el más doloroso y el peor de todos. Ese llanto que nunca cesa, ese llanto que te deja los ojos sin fuerzas para abrirlos y mirar que hay un universo a nuestro alrededor.

Yo me considero de esas personas que, en ciertas circunstancias, está completamente segura de que nadie sufre de esta manera, ni a nadie le duelen las cosas como a mí.

Pero tengo mis motivos, o al menos creo yo, para creer eso.

¿Qué pasa cuando apostás todo, literalmente TODO, a una persona sin importar qué viene después? (porque por supuesto no querés creer que hay un después…)

¿Qué pasa cuando dejaste esperanzas, expectativas, ilusiones en alguien que te las devolvió y encima, destruídas?

Contesto qué pasa o escribo cuál sería mi respuesta: Te sentirías como yo.

Cuando apostás a todo por alguien, cuando dejás de lado millones de cosas por algo que creés que va a ser tu felicidad completa, cuando le decís a todo el mundo que esa persona cambió, que te cambió y que juntos son la unión perfecta... cuando no hay persona que no se sorprenda por el acontecer de los hechos, y no hay nadie que no se limite a decir: ‘no lo puedo creer…’ o simplemente te da un abrazo para hacerte llegar todas las fuerzas… ahí respondés a tus preguntas. Ahí te das cuenta de que no hiciste mal las cosas ni mucho menos… que te equivocaste, como todo ser humano, pero que diste lo mejor y que por desgracia, seguís dando lo mejor. Sólo para recibir soberbia, ironía y más dolor. Sí, más dolor.

Todavía no comprendo, o no me entra en esta cabeza, cómo los sentimientos cambian tan rápido. Cómo algo (o alguien) puede dar un giro completo y de repente volverse en contra y hacerte tan mal. No es exageración ni ganas de culpar a nadie, pero no entiendo como alguien que cambió tu vida, tu ritmo, tu espacio, tus sentimientos, tus reacciones y hasta modificó cada una de tus costumbres de repente te deja en el medio del camino sin apoyo. Sin soporte. Porque esa persona que desistió a mí y a mi amor incondicional era mi base. Era mi sonrisa, mi felicidad. Mi amigo, mi compañero. Era esa persona que quería pasar mucho tiempo de su vida conmigo. Era ese individuo que me pedía ‘nunca me dejes, no te alejes de mi’. Y yo no me alejé, no hice nada de lo que me pidió que no haga. ¡Yo era capaz de todo para que él sea feliz!

Cómo hago ahora para tapar esos espacios vacíos que él llenó? Cómo hago para volver a decir que no creo en los príncipes azules, ni en los castillos? Que no creo en las princesas y en el mundo color de rosa. Que no creo en la perfección ni en el destino. Que no creo en muchísimas cosas. Pero que creo en VOS?

Cómo hago ahora para decir que creo en tus palabras, en tus besos y en tus abrazos. En tus caricias y en tus ojos. En tu voz y en tu ser?

Decime -¡alguien que me responda!-, ¿Cómo hago para creer en tus ‘te amo, te extraño, te necesito’?

Porque si ya no puedo creer en eso… en qué puedo confiar? A quién puedo abrazar y quién va a entender todo lo que quise decirle con un apretón de manos, una mirada… esas miradas que me dedicabas para que me calle la boca y no hable fuerte…

Esas veces después de hacer el amor que nos gustaba hablar de cómo empezó todo… ¿cómo las oculto? ¿Cómo oculto la tristeza que me inunda entrar en la casa de mi amiga y pensar que en ese lugar fuimos completamente felices? Que cumplimos millones de cosas que habíamos planeado durante mucho tiempo… ‘Quiero despertarme un día, y que estés ahí, al lado mío abrazandome…’

Supongo que ya no puedo seguir escribiendo. Revolver todo esto me consume más. Y no puedo. Ya no estás, y no hay nadie que me llame y me diga ‘¿me extrañás?’. Ya no.

Entonces… ¿otra vez? Sí. Otra vez.

Pensar en cada parte de vos, me mata el alma.

CPA


Escucho Bebe. Se me viene a la cabeza tu nombre. Hace muchos días que dedico un rato de mi vida a analizarte. Hoy justamente estuve hablando con mis amigas de la facultad a cerca de tu fortaleza. Porque eso es lo que llevás adentro: fuerza.
Si vos tuvieras noción de lo que vivís todos los días... pensar que a mi vista, todo es gigante. Pero, siempre hay alguien que me baja: "dale, nena, reaccioná" (parece que te tengo al lado repitiéndomelo). Jamás tuve la ocurrencia de escribirte algo. Sabés que no soy de escribir excepto en situaciones de suma tristeza. Hoy no es tristeza lo que tengo (sabés que no, que estoy bien y voy a seguir estando así de bien) pero quiero escribirte igual.
Sos un sol. Jamás estuviste triste cuando yo necesité de vos. Nunca. Siempre estuviste ahí, para darme la razón por más que no la tenga.. para calmarme cuando solamente puedo expresar llanto. Para abrazarme y decirme: "ya va a pasar, Den".
Hace años, muchos, que te conozco. Siempre tuviste esa sinceridad absoluta para decirme las cosas (por más que yo te diga: sé suave, por favor...). Siempre me cuidaste. Creo que hoy después de mucho, me pongo a pensar en lo afortunada que soy al tenerte como amiga. Es un orgullo para mí que puedas vivir con una cruz tan grande y que sepas sonreírle a la vida (con esa sonrisa hermosa y perfecta) a pesar de que tengas el alma hecha pedazos y con heridas casi incurables...
Te escuché decir las palabras más duras, y las palabras más dulces. Te escuché llorar. Te escuché reír. Y jamás quiero dejar de hacer ninguna de esas cosas.
Amistad nos une. Amor nos une. Nos unimos. Porque siempre voy a ser TU Sharon, y vos MI Ramona. Porque jamás voy a dejarte sola. Siempre voy a apoyarte en todas las decisiones de tu vida... así como vos lo hacés conmigo (por más que me remarques: "no es suficiente para vos, pero si sos feliz... te banco").
Te amo, y sabés que lo hago. Todos los días de mi vida, desde el momento en que te conocí.
Arriba, estoy con vos. Nunca lo dudes, amiga.

Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para tí! Que nadie puede hacerte daño.. nadie puede hacerte daño. Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo. Hoy vas a ver reír, porque tus ojos se han cansado de ser llanto.

Fle-ma

Recordándote, parece que fue ayer cuando te peinaba, 
tu cuerpo en el papel, pero todo acaba.. 
no es eterno tu sabor  
vuelve a mi, nena vuelve, a mi.

qwertyuiop

Me miró y me dijo: - "Quiero tomar varias gaseosas, y quedarme con la Coca Cola".
Mi ser (con la mejor cara de orto) le respondió: - "Está bien, como digas"

"No te voy a negar que la sigo viendo" (sabés qué? tomá Pepsi, boludo)

sábado, 26 de junio de 2010

Esas cosas que yo pienso de tí


Muchas personas no saben el concepto de lo que es el amor o no lo quieren saber. Y en varios casos me incluí en no saberlo. No sé si en no entender lo que es amar. Si no en captar la idea fundamental de lo que es amar y ser amado. De dar y recibir. Pero de dar y recibir por igual. La idea principal de lo que es ser feliz por completo. De querer compartir todo el tiempo que tenés con esa persona. De sentir que si no estás al lado suyo, te falta algo. De tener esa necesidad de abrazarlo, besarlo, acariciarlo.

Siempre fui de esas personas que hubiera preferido encontrar a un sólo amor que complete todo lo que no tengo. Siempre creí en que el amor es para toda la vida. Pero las circunstancias que se me presentaron en el camino, me hicieron dar cuenta de que para encontrar la felicidad completa hay que caminar. Hay que caerse, levantarse, seguir. Buscar. No dejar de buscar. Cosa que yo hice. Dejé de buscar. Me planté y dije basta. Basta a tanto dolor, tanta decepción. Basta.

Lo que son las vueltas de la vida, ¿no? Uno no busca, y encuentra. Uno no quiere, y tiene. Uno no da, y recibe. Y así, te recibí a vos.

Vos, simplemente alguien que jamás esperé cruzarme. Alguien que en mi vida había visto. Una persona con un par de años menos que yo. Un individuo que no estaba presente en mi mente.

Contar la historia sería repetitivo, pero no puedo dejar de pensar en cómo se dieron las cosas. En cómo el interés y la atracción fue tan instantánea y mutua. En como llenaste mi vida, mis espacios vacíos y destruídos… En como permití que alguien vuelva a prometerme amor. Eso que al principio creí no saber lo que era…

Muchas veces te dije que no creo en los príncipes azules, ni en los castillos. En las princesas y en el mundo color de rosa. Que no creo en la perfección ni en el destino. Que no creo en muchísimas cosas. Pero que creo en vos. Creo en tus palabras, en tus besos. En tus abrazos. En tus caricias. En tus ojos. En tu voz. En tu ser. Creo en cada ‘te amo, te extraño, te necesito’.

Simplemente creo en toda tu persona. Creo en que hoy sí doy y recibo por igual. Creo en la felicidad completa. Creo en que una sola persona puede habitar en el corazón de otra. En que no es necesario andar por otros caminos.

Entendé, creé y grabate, que soy feliz. Que vos me hacés feliz. Que en mi vida voy a poder agradecerte todo lo que hiciste y hacés por mí. Que podemos equivocarnos y crear discusiones sin sentido, pero que todo eso es por amor. Porque vos me amás, porque yo te amo a vos. Porque nos cuesta estar separados, porque sabemos que la distancia es un obstáculo enorme. Pero ambos tenemos esa convicción que no va a poder con nosotros.

Por todo eso, y por cosas que sólo sabemos vos y yo y esa química hermosa que nos une, te elijo todos los días de mi vida.

Te amo, con todo mi ser. Así de imperfecta, celosa e insoportable. Así de desconfiada, caprichosa y terca. A vos, te amo. A vos, te extraño. A vos, te necesito. A vos, te pienso todos los días, todo el tiempo. Mi pendejo, mi mitad. El más hermoso de todos. Mi novio, mi esposo. Mi amigo. Mi amor, mi vida. Mi lindo. Mi todo. Te amo. Muchísimo.

viernes, 25 de junio de 2010

Punke'd


Te escucho, en este momento. Estás ahí improvisando música para mí. Para mis oídos, para mi alma. Buen, no hablemos de alma, ni nos acerquemos a eso. "The time of your life". Cómo odio este sentimiento de pertenencia. Me cae mal, o sea, vos no me caés mal. Me caes bien, sí. Bien. Demasiado bien. Che, me caés re bien.
Yo te cuento, vengo con letra chiquita al dorso: me oxido, tengo fecha de vencimiento, me quiebro, me rompo, soy frágil (tengo esas cintas alrededor, sí). Y vos estás oxidado, te venciste, te quebraste, te rompiste, y no sos frágil. Sos duro. Frío. Te juro por lo que más quiero, que te voy a reparar! Vas a ver que sí, puta madre!
Igual, no da que yo te preste este órgano lleno de sangre y venas que late (algo así como "corazón" le dicen) para que vos juegues, me lo rompas y me lo devuelvas. No me va esa onda de que mis cosas retornen en pedazos. Si te lo doy, me lo devolvés igual, si no yo no juego.
Estoy cazando mariposas, a ver si me las meto en el estómago y vuelan.
Me aterroriza inevitablemente tener sentimientos. Ay, me dan ganas de vomitar. Sos tóxico. Pero tan sano, nnnnnnnennnnnnnnne.

Basta


Hoy, y hace días venís entrando en mi mente una y otra vez. No puedo mas, siento que no aguanto, que quiero decirte un par de cosas.
Vos, vos venís y me decís que yo soy una basura. Vos venís y me decís que no podes creer lo que yo hago. Pero claro, mientras tanto, haces tu vida de lo más normal, porque creés que está bien.
Puede que a tu criterio esté perfecto, sé que si te pregunto me vas a contestar eso. Pero me parece, como te dije, que estás muy equivocado.
No sos el mismo, no sos la persona con la que compartí dos años y meses de mi vida. Con la que aprendí a amar, porque yo aprendí, pero parece que vos no. Aprendiste hace muy poco. O eso es lo que andás repartiendo por todos lados.
¿Dónde estás? ¿Dónde está esa persona que me decía que jamás lo deje, que nunca le falte? Que decía que yo era su otra mitad, su ángel que lo cuidaba…parece que esa manera de cuidarte, pasó a ser una pesadilla. Todas esas cosas que me decías a mi, cambiaron de destinataria… vos sabrás qué bien estás llevando tu vida, qué bien que la estás pasando.
Por mi parte, no te das una idea de lo bien que llevo las cosas. Sobre todo desde que vos pensás que en mí hay alguien más, y ni hablar desde que se que otras personas te tocan, te acarician, no sabés que bueno es saberlo! Creeme que jamás creí ser tan feliz.
Por favor, yo siempre pensé que me conocías, que sabias quién era… pero parece que no. Parece que vos tenés una imagen de mí que no pensé que tenías…
Equivocado, es poco. Errado, puede ser. Confundido, totalmente.
Si tu vida así es mejor, ¿de qué te sirve decirme que me querías recuperar? Usar tus manos, que sabés que me encantan para intentar acercarte a mí. Usar tu ironía, que siempre te dije que no te quedaba bien… usaste todo, hasta tu desconfianza para intentar encontrarme algo malo. Obvio, malo.
Hasta que lo encontraste. ¿No te gustó tomar de tu propio remedio? ¿No te gustó ver que otra persona estaba intentando meterse en mi vida? No, no te gustó. Pero cuando fui yo la que tuvo que tomar de tu medicamento, y tratar de no seguir enfermándome, lo disfrutaste como el mejor.
Cada cosa que hacías sabías cómo y cuánto me iba a doler… ¿pero te acordaste de mí? ¡No! Te recuerdo que no se te pasó por la cabeza que yo existía! Si total, la estúpida te iba a seguir el juego, se iba a bancar todo… se iba a VOLVER a bancar todo, porque te paso a contar, que no fue solo esta vez. No es la primera vez que jugás así. Y lo sabes muy bien. No fue la primera vez que escuché de tu boca “no me importa nada de vos”.
Estoy cansada de levantarme todos los días y caer en la realidad que vivo, en la realidad que me armaste. Lástima que siempre me la pintaste tan distinta. Si hubieras dicho las cosas desde un principio, no estaría yo acá sentada escribiendo esto. Vos, si hubieras pensado en las cosas que nos unían… no hubieras sido así!
Pero preferiste estar con tus juegos, tus amigos, tus chicas... (¡Veamos cuanto duran!) Sinceramente, creo que nadie te va a amar como yo lo hice. Más allá de que no haya sido perfecta, porque mil millones de veces me equivoqué, creo que fui siempre lo mejor que pude con vos. Siempre quise que vos estés bien, y no como vos pensás que yo lo único que quería era verte solo… no, a pesar de todas las cosas me banqué que no lo estés, ni estando conmigo… que no estés solo ni estando conmigo, qué frase horrible cuando la pensás... Pero bueno, al final, la mala de la historia terminé siendo yo… la egoísta, la mala mina, la falsa, la “careta” como te gusta decirme ahora. Cuando tendrías que replantearte si fue así.
Vos realmente tendrías que ver más allá de tus ojos, yo cuando llegué a hacerlo vi la cara de la luna que jamás había visto… eso me dijo una amiga, que yo siempre la tuve frente a mi, pero que nunca lo había notado. Por ahí vos estás viendo un lado de mí que no creías que tenía, y eso al parecer no te gustó ni un poco… Pero creeme que a mi me gustó menos haber conocido este lado tuyo.
Ver qué poco te importó haber terminado, haberme dicho “no estoy más enamorado de vos, no te veo ni siquiera linda”… eso sí que me dolió. No sólo esas palabras, si no muchas otras… fuiste capaz de decirme que querías estar solo, cuando ambos sabíamos que era mentira. No tardaste una semana en estar con otra, si es que no estabas antes de terminar conmigo.
Pensar esto me destruye cada vez más, de a poco, me consume. Pero vos lo que ves es el orgullo que me queda, lo poco que tengo… intento de la mejor manera seguir con mi vida, sabiendo que se me hace cada vez más difícil y que vos me la complicas todos los días un poco más.
Cuantas veces fuimos felices, cuantas veces sentí que te amaba tanto que mi alma estaba llena, que mi corazón no podía más con tanta felicidad… cuantas veces hacíamos el amor con solo mirarnos a los ojos…
Ahora ni siquiera puedo tocarte, no puedo sentirte cerca… cada vez estás más lejos de mí… de a poco te convertís en un extraño que vive y respira como yo. Sé que en algún momento de tu vida vas a volver a pensar en mí, y a acordarte de todo lo que pasamos juntos.
Ojalá sepas en tu interior todo lo que te amo, todo lo que siento por vos más allá del amor. Lo que me gustaría que estés acá, abrazándome e imaginando de qué manera vamos a amarnos esta vez, no lo cambio por nada.
Pero caigo a la realidad una vez más (una puta vez más) y pienso. Cada vez que actúa mi mente, y no mi corazón, las cosas dan una vuelta al mundo. Todo, pero todo cambia.
Muchas veces pensé que no nos íbamos a separar… y la cantidad de personas que nos veían y pensaban eso! ¿Algo inspirábamos, no? ¿Por eso será que todos los días me pregunto qué es lo que falló entre vos y yo…?
Si esto llega a tus manos algún día, será entonces porque no te volví a ver o será que no tuve el coraje para enfrentarte y decírtelo. Y si no llega nunca, fue la manera más sincera de decirte lo que siento. Todo lo que pasa por mi cabeza una y otra vez. Fue la manera de no llamarte, de no forzar el destino para encontrarnos y de no ir a buscarte o esperarte sentada en la puerta de tu casa, agarrarte de la cara y decirte ‘te amo, sos el más lindo, ¿sabés?’.
Como dije una vez, si tenemos que estar juntos lo vamos a estar. De acá a un millón de años o en solo un mes.
Me despido sin más nada que decirte. Espero volver a cruzar una mirada con vos, y que sepas todo lo que te quiero transmitir.

Niñez


Los cristales pueden quebrarse.
A veces, basta un leve golpe de abanico.
Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.
Se rasgan los papeles... Se rompen los plásticos... Se rajan las maderas... Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas como parecen.
¿Y nosotros?
Nosotros también nos rompemos, nos desgarramos...
Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel puede herirse...
También nuestro corazón, aunque siga funcionando como un reloj suizo y el médico nos asegure de que estamos sanos.
El corazón se daña muy fácilmente.
Cuando se oye un "no" y esperaba un simple "sí" y un abrazo...
Cuando lo engañan...
Cuando encuentra candados donde debía encontrar puertas abiertas...
Cuando es una rueda que gira solitaria día tras día... noche más noche...
Entonces, siente tirones desde arriba, por adelante, desde abajo, por detrás...
¿Se arruga?
¿Se encoge?
¿Se estira?
No.

Late lastimado.
¿Y cómo se cura?
Solamente el amor de otro corazón alivia sus heridas.
Solamente el amor de otro corazón las cicatriza.

Él y yo lo sabemos.

Abzurdah


Siempre es más fácil contar las cosas desde el punto de vista propio. Será simplemente una versión menos estructurada y ajustada de la realidad, de los temas álgidos que con el tiempo envenenan a los adolescentes y a los no tanto.
A propósito, mejor aprovecho esta entrada para decir que sí, que a veces soy bastante autosuficiente, egocéntrica y soberbia a la hora de escribir. Y que quizás con el correr de los post algunos de ustedes elijan dejar de leerme y cambiarme por uno de cuentos infantiles, otros le prohibieran a sus hijos que visiten esta página, muchos, muchos otros se rascaran sus partes despues de leer esto. No me importa, eso es lo que tengo para decir. Simplemente escribo esto como método terapéutico.
Si no estás dispuesto a leer cosas jodidas que seas feliz con Paulo Coelho o Jorge bucay.
Yo no soy la Cenicienta, ni Hansel y Gretel. Soy más bien el lobo. Un lobo confundido, ultrajado y autodestructivo.

Horrores


Detesto de sobremanera infinitas cosas de vos. Podría empezar por tus molestos pellizcos en mis piernas y brazos y seguir por tus estúpidas justificaciones.
También podría decirte como destesto tu impuntualidad, tu tranquilidad eterna y tus ganas absurdas de hacerme reír.
No puedo ni siquiera decirte cómo me molestaba tu manera de hacerme enojar, volverme loca haciendome creer cosas horribles y olvidarte de decirme que eran mentira.
Me da bronca hasta enervar que seas igual con todas las personas. Que tus apodos sean equivalentes a cada una.
Ni hablar de cómo odié conocerte y haber creído en que eras un punto blanco entre tanta oscuridad.
Quiero, deseo, ruego y anhelo todos los días que te borres tan rápido como llegaste. Que te trague la tierra y dejes de afirmarme que no vas a cambiar (porque sé que no querés y por eso no lo hacés).
Porque todo esto no es más que un montón de mentiras, porque te digo esto sólo por la manera idiota en la que te extraño. Porque no voy a hablarte y a gritarte con todas las ganas que te quiero de vuelta.
(y, porque en el fondo sé que no vas a volver).

P.D.: Menos mal que no volviste. Alabado el Señor

Ella


-Ya sé que no es lo que esperabas. Pero tiene que quedarse. No tiene a nadie más. Será poco tiempo. Unos meses como mucho.
- Se va a quedar unos meses?
- Ya he pasado por esto. Asi que, en fin. Mierda. Si la hubieras conocido cuando yo la conocí. Su belleza te dejaba sin aliento.
- Ya lo sé.
- Tenía tanto talento. Era genial. Era tan sensual! Me eligió entre cientos de hombres dispuestos a matar por ella. Los dos estábamos seguros de que nuestra relación era perfecta. Pero faltaba algo. Porque el amor necesita un equilibrio perfecto. Es como el cuerpo humano. Puede que tengas todas las vitaminas y minerales pero si hay un pequeño ingrediente que te falta, como la sal, por ejemplo. Te mueres.

- Y ella quien es?
- Es la mujer con la que vivo. Es muy inteligente y librepensadora. Como tú.
- Siempre buscandome en todas las mujeres. Ay, qué cerquita estuvimos de la perfección tú y yo.
- Estás demasiado desquiciada.
- Y te encanta.