Te invito a tomar el té a mi vida. Si te morís envenenado o por causas similares... juro que es pura casualidad.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Reflexión

¿Cómo puedo yo darle consejos a la gente si no puedo ni siquiera arreglar mi vida? ¿cómo puedo decirle YO a una amiga que no llame a su ex, si cada vez que agarro el teléfono marco su número? Ahora, decime, nena. Por qué no le metés media pila a tu cerebro y activás las ideas inteligentes? Digo, como una opción eh. No te vayas a enojar.
Porque si vamos al caso, me miento a mi misma. Me hago la que no me importa nada (así, levantando el hombro como cuando tenía 4 años) y a su vez me la paso llorando cada vez que puedo y nadie me mira.
Dale, pongamos ON a las ganas de vivir, che. No sé si tengo "pausa" en mi estado mental o le meto "stop". Ahora sí estoy segura de dos cosas: lo amo y no lo quiero olvidar. 

Pero así también tengo bien claro: él no a mi, y ya me olvidó.

¿Té de tilo?
Dos de azúcar, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario